Vivir, ya he dicho:
Tener sobre las manos un fajo de papeles:
un lápiz, libros, dibujos, sueños.
Tener sobre las manos un fajo de papeles:
un lápiz, libros, dibujos, sueños.
Mía Gallegos
Desde entonces tuve el corazón descalzo.
Jaime Sabines
I
Yo no lo sabía.
No lo sabía,
pero me daban ganas de sembrarme,
ansias de andar y perseguir estelas,
ésas
que dejan los ojos cuando uno duerme,
cuando
sueña.
No lo sabía,
pero siempre quise salir de la jaula,
cultivar espirales luminosos,
probar los besos, las
mordidas,
y desgajarme en una hoja de
papel,
desnuda.
No lo sabía
pero era necesario:
el temblor de la piel
cuando se abrasa,
la locura inevitable de
saberse vivo,
de estarlo,
embriagarse de poesía,
hasta el cansancio, diariamente,
defender el ser rebelde,
ofrecerse sin matices
y quitarse el antifaz;
para ser, es necesario.
No lo sabía,
pero duele,
se desgarra por dentro el
punto de partida,
las orillas del nido, se desangran.
No lo sabía,
pero es la única forma de existir:
cosechando tempestades
que cimbren los fundamentos del
tiempo;
escuchando el aleteo de las
entrañas,
los deseos;
cazando las historias que
uno escribe,
sin rendirse, a contrapunto;
quebrándose los huesos en
cada verso,
hasta que el cuerpo aguante, a pesar
de todo;
llevando el alma al borde:
bordada, violeta;
encendiendo, de una en una,
las mañanas,
sin cortinas, sin cristal en las
ventanas de la casa;
caminando, con todo y las
raíces,
y las huellas, y los llantos, y las
palabras que insisten;
mirando siempre, a los
ojos, al espejo,
a la proyección humana que es el cuerpo
frente
al nuestro;
al nuestro;
atándonos al mundo,
sin remedio, al universo;
asiéndonos a los vacíos, a
los huecos,
al silencio terso de las tardes
solitarias.
No lo sabía,
pero es la única forma de existir:
sintiendo.
II
Ésta es una niña que siempre ha sido
libre. Busca selvas para decir la verdad, sin miedo. Junglas. Platanares. Cafetales.
Encuentra otros niños que buscan lo mismo. Van, cantándole secretos al
horizonte de sus ramas, creciendo.
III
Quiero ser libre.
Quiero ser ala y pintarle ocasos a los
manantiales.
Quiero ser voz.
Quiero ser poema y ser tuyo y ser.
Quiero ser cristalina.
Quiero ser sed.
Quiero pararme frente al precipicio.
Quiero ser el vértigo antes de caer.
Quiero ser lágrima: blanca, de día.
Quiero ser y poder ser.
Soy.
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