domingo, 29 de mayo de 2011

miércoles, 25 de mayo de 2011

Noches de mayo

Noches de bengalas, de fuegos inexplicables en el cielo, de un calor pegajoso, que asfixia el contacto entre las plantas y el aire. Noches de ésas que cambian el palpitar del giro de este mundo, porque son perfectas.

martes, 17 de mayo de 2011

Martes por Rayón

El ulular de la sirena se tragó las campanadas de la Catedral. Mis ojos se clavaron en las ventanas del primer piso. Los proyectos florecieron de los vasos de jugo de durazno, con sus risas, con sus sillas de arcoiris lluvioso. Los pies se me mojaron en los charcos de Rayón, un martes por Rayón. Un martes. Por Rayón.

martes, 3 de mayo de 2011

De las miradas... (II)

¿Qué sería de mí sin las miradas? ¿De esto? Esas miradas que duran un segundo de más, que destantean, que se sienten en el vientre como una puñalada, como el preludio del amor o su epitafio. Miradas que deletrean una caricia tardía, nostálgica, inexistente; un orgasmo en la mirada, la mirada que lo completa, que lo desata; la mirada que asesina sin piedad ni frío, sin titubear, tantas veces como sea necesario para quedarse grabada en el alma. Las miradas peligrosas y robadas que dan de comer al tiempo, que lo nutren, que lo hacen más que una dimensión lineal de pupilas inconexas y estáticas. Las miradas que no acaban, ni cerrando los ojos, ni quedándonos ciegos, ni nunca.

De las miradas... (I)

¿Qué sería la vida sin las miradas? Miradas filosas, que cortan a rajatabla; miradas seductoras, que derriten el tiempo y despiertan nuestros instintos primarios; miradas conocidas, que nos dicen más que las palabras; miradas furtivas, que guardan un secreto entre dos amantes o dos desconocidos. Miradas que nos llevan, que nos llenan, que nos siembran sentires y sabores y latidos donde antes no había nada. Donde antes no había nada más que dos pares de ojos solitarios, vacíos. Miradas, al fin, de lo que está hecha la vida.