lunes, 15 de marzo de 2010

Emilia Chain

I

planta y tacón
golpe, atrás y adelante

por soleá


II

seis cuerdas embriagadas
de nostalgia y duelo

seis trazos tensos, pensativos
soberbios, cansinos

te miran


III

tus manos deliciosas que desafían
al tiempo y al espacio

tus dedos de gitana
tus uñas rojas que enamoran y cantan
tu baile de lunares escondidos

la fuerza de tu nombre en la madera
henchida de tenerte toda
de alumbrarte a ciegas


IV

me llenas por bulerías
me lloras por tangos

me matas con una seguiriya venenosa
que me atraviesa el alma flamenca
y rota


V

báilame despacio
con tus plantas divinas

róbame un compás de mi corazón herido
dame una nota, una flor
un gemido siquiera


VI

mis palmas te abrazan tranquilas
calladas

con todo el clamor del mundo
metido entre mis dedos
metido en mi sangre de arena y sol
de tardes de Sevilla
de verte en el reflejo de la luna encantada
que traes puesta en el pecho


VII

derrites el tiempo con tu danza
con tu brío flamenco
con tu mirada
que llevo conmigo
a donde voy


VIII

jamás calles tus pies
farruca linda

lleva tu escobilla contigo
andando el camino espinado
los senderos de alba y rosas
para tus pasos dorados


IX

deja que tus ojos nos llenen el firmamento de luz
con fantasías construidas para tablao

para noche desnuda
para un amante solitario y triste
para la lágrima de un cielo
cuajado de soles
de soledades


X

camina, bonita mía
siempre con los ojos hacia lo alto
las piernas fuertes, el ombligo adentro
y la risa entera colgada
en tu cara de muñeca
en tu sueño de sirena
y en tu voz


XI

flamenquita de plata y perla
bailaora de mi alma

ve calma, ve quieta
rompiendo olas con tus tacones
envolviendo mariposas con tu falda


XII

planta y tacón
golpe, atrás y adelante


XIII

no te nos mueras nunca
Yamila querida

nunca nos dejes
sin tu calor



12 de marzo de 2010

miércoles, 3 de marzo de 2010

Cómo empieza o termina una historia de amor...

1

Cuando una mujer mira a un hombre a los ojos, lo deshace.


2

Tres maletas y un sueño son mis únicos acompañantes. El barco zarpó ayer a las seis y media de la tarde con el sol poniente marcando el pasado que dejé flotando en la orilla del mar de Veracruz. Un solo nombre queda escrito con mi voz en el cielo enlunado: María.

España me espera con caminos sinceros, con el corazón despierto. Unos cuantos días, después de toda una vida, me separan del viejo mundo, de una vida nueva. Me alejan de todo, me acercan a ti. Tu rostro etéreo me quema el alma que se hiela de un olvido involuntario, inconsciente y brutal. Tus ojos de fuego penetran mis más íntimos deseos. Después de cincuenta y dos años de buscarte sin tregua, te encuentro. Al fin.

Andrés