(El enfoque del cuadro)
En el origen:
los ícaros cuelgan de las nubes
y desafían al centro de la tierra.
Tejo círculos con sus estelas bravas.
El final de un camino
trazado con las lágrimas verdes
de unos árboles que observan.
Una gota de verano transparente:
tinta
de guayaba,
pinceladas de hielo.
El sol metido entre mis pestañas,
al borde.
El lago.
Pienso y siento:
el quehacer de unas manos
sobre el lienzo de mi piel floreada.
(El disparo de la cámara)
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