Venus anduvo conmigo todo el camino,
ahí colgada del cielo,
prendida del techo.
Me cantaba versos de antiguas galaxias,
de noches amargas,
de amantes lunares
y de estrellas rotas
en tiempos de soledad infinita.
Alumbraba el sendero cansado de mi memoria,
los adoquines olvidados,
las calles de Madrid que tejen mi último año
y nuestro íntimo amor.
Acampaba en el fondo de un mar celeste,
esquivando medusas de algodón,
rayos ahogados de sol
y lágrimas nocturnas
que le quitan su sabor a fruta madura.
Hoy Venus va sola como yo.
Va con todos los ojos del mundo
cubriéndola de besos,
envidiando su fulgor.
Giant snow walls on Hakkoda Walk, Japan
Hace 2 años
Muy evocador, cuando nos volvamos a ver te comparto un escrito que hice para la noche.
ResponderEliminarRecibe un afectuoso saludo
Joaquín González