viernes, 17 de abril de 2009

Resucitando al tiempo con un par de palabras

Y comenzamos: este blog que recién empieza a brotar de su semilla, lleva el nombre de un ambicioso proyecto que está todavía en el vientre de mi imaginación: Mis sábanas desnudas. Un libro de poesía que devele, acoja y deje volar a mis más grandes amores, a mis sueños más locos; sigue estacionado en mis planes a futuro a causa de la muerte del tiempo, como bien ha dicho un hombre que promete ser uno de los filósofos más valiosos y reveladores de éstos, nuestros tiempos, mi queridísimo Gabriel Salinas, de quien seguramente estarán leyendo próximamente, aquí y en muchos otros sitios. Así es: el final del sempiterno señor y amo de los minutos.

De ahí el titulo de ésta, la primera entrada de este blog. A pesar de su posible y a veces hasta tangible fallecimiento, he decidido regalarme un par de momentos para dar luz a su homólogo, este pizarrón de corcho virtual. Pero además les propongo hacer lo mismo. Revivan su tiempo, déjenlo respirar, denle de comer, úsenlo para pensar, para leer, para escribir, para trascender. Porque les aseguro que si lo hacen, el mismo tiempo les traerá muchos frutos exquisitos, que de una u otra forma harán que este mundo sea un lugar diferente. Se los aseguro.

Creo fielmente que tenemos en nuestras manos un poder que a veces parece inimaginable: el poder de crear, de soñar; sí, el poder de imaginar. Yo pensaba que esto de tener un blog y mantenerlo -porque sé que para ustedes blogófilos, no es necesariamente un pasatiempo, sino más bien un trabajo personal, introspectivo y constante, de arquitectura y construcción-, me alejaba de la verdadera creatividad, de la verdadera escritura. Después pensé que hace ya varias décadas, los afortunados que escribían sus letras con la pluma de un ave y un romántico tintero, pensarían lo mismo de los bolígrafos y claro está, de las imprentas. Así que, más que rendirme ante esta tendencia -ya que aún defiendo la filosofía de que a las cartas escritas a mano les cabe más amor, les cabe más pasión-, empiezo a experimentarla en estas líneas, en estos pensamientos que lanzo al espacio.

A modo de
inauguración oficial, de brindis de honor, de iniciación al mundo de los blogs, comparto con ustedes la esperanza de que éste sea el comienzo de un sinfín de mariposas, un manjar de cuentos de hadas, de brujas y de hechizos, que sea ojo de agua de letras y mares de magia.

¡Bienvenidos!

1 comentario:

  1. Ojos de agua, me gusta. De algún modo los blogs son eso, es verdad. Pues bien, ahora que ha usted ha emprendido la empresa, que ha decidido batallar dulcemente con el lenguaje y su emoción, le recuerdo cuenta con una lectora.

    Sobre el tiempo, uf, ¿qué decir? Tal vez que a mí me gusta más vivo que agónico. Será porque todo lo eterno es inmutable y tan precioso que engaña: los pensamos moviéndonos, como la tierra. Pero en algún lugar de nuestra alma cabe el infinito y ahí el tiempo crece y crece sin morir jamás.

    Estoy a favor de lo que vive, sobre todo en literatura. Sólo lo que no está escrito ha dejado de existir desde el comienzo.

    Felicidades por este nuevo barco en el mar de su poesía.

    ResponderEliminar